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La disfunción eréctil (DE), un trastorno frecuente que afecta a muchos hombres, puede tratarse eficazmente con varios medicamentos.
Los que se recetan con más frecuencia son avanafil (Stendra), sildenafil (Viagra), tadalafil (Cialis) y vardenafil (Levitra, Staxyn).
Estos medicamentos se conocen como inhibidores de la fosfodiesterasa de tipo 5. Actúan relajando los músculos de la vagina. Actúan relajando los músculos del pene y aumentando el flujo sanguíneo. Esto ayuda a producir y mantener una erección durante la estimulación sexual, permitiendo una relación sexual satisfactoria.
El profesional sanitario desempeña un papel crucial en el tratamiento de la disfunción eréctil. El primer tratamiento que se suele ofrecer a los hombres con disfunción eréctil es un medicamento recetado. El sildenafilo (Viagra) y el tadalafilo (Cialis) son los medicamentos más recetados para la disfunción eréctil, con un historial demostrado. Sin embargo, la elección del medicamento depende en gran medida de las condiciones de salud individuales y de la frecuencia de la actividad sexual.
Aunque estos medicamentos han demostrado su eficacia en muchos hombres con disfunción eréctil, pueden no ser adecuados para todos. Por ejemplo, es posible que las personas que toman nitratos para el dolor torácico o las que padecen ciertas enfermedades no puedan utilizar estos medicamentos con seguridad. El sildenafilo (Viagra) es el fármaco que lleva más tiempo en el mercado, y sus efectos secundarios, así como sus interacciones con otros medicamentos y alimentos, son bien conocidos.
Para los casos en que los medicamentos orales no son eficaces o adecuados, existen otras opciones de tratamiento. Entre ellas se incluyen medicamentos inyectables como el alprostadil, que puede inyectarse en el pene para mejorar el flujo sanguíneo y producir una erección. Además, existen supositorios que funcionan de forma similar a las inyecciones.
Cabe señalar que la disfunción eréctil puede estar causada por enfermedades subyacentes como la hipertensión o la diabetes. Por lo tanto, es necesario un enfoque integral del tratamiento que aborde estas enfermedades subyacentes junto con el tratamiento de la disfunción eréctil.
Los cambios en el estilo de vida también pueden desempeñar un papel importante en el tratamiento de la disfunción eréctil. El asesoramiento psicológico puede proporcionar apoyo psicológico y estrategias para afrontar la enfermedad. Otras modificaciones del estilo de vida, como dejar de fumar y perder peso, también pueden aumentar la eficacia de los tratamientos de la disfunción eréctil.
Por último, es importante consultar a un profesional sanitario antes de iniciar cualquier tratamiento de la disfunción eréctil. Puede guiarle a lo largo del proceso y garantizar que el tratamiento sea seguro y adecuado a sus necesidades específicas.