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El dispositivo de erección al vacío, comúnmente conocido como bomba de pene o dispositivo de vacío, es uno de los tratamientos sin fármacos más sencillos para la disfunción eréctil. Al crear succión alrededor del pene, este dispositivo fuerza la entrada de sangre en el pene, provocando una erección. Este método puede ser beneficioso para quienes buscan soluciones no farmacéuticas.
Para los hombres que tienen niveles bajos de testosterona, la terapia de reemplazo de testosterona puede ser una opción a considerar. Aunque no es el tratamiento principal de la disfunción eréctil, podría ser beneficioso en los casos en los que la deficiencia de testosterona es un factor que contribuye a la disfunción.
Otra vía de tratamiento consiste en la inserción de un medicamento en la uretra para ayudar a lograr y mantener una erección. Este método ofrece una alternativa a los medicamentos orales o inyectables.
Si un paciente cree que la medicación que le han recetado para la disfunción eréctil no está funcionando eficazmente, no debe dudar en ponerse en contacto con su proveedor de atención sanitaria.Podría tratarse de ajustar la dosis o incluso cambiar la medicación.Por ejemplo, si el Viagra no da los resultados esperados, una dosis mayor podría ser la solución.
Sin embargo, no se aconseja la autoexperimentación.
Consulte siempre a un profesional sanitario sobre los cambios de dosis y no tome nunca más de la dosis recomendada en un período de 24 horas.
Cuando las pastillas no dan resultado, otra opción a explorar son los medicamentos inyectables. Un fármaco conocido como alprostadil, que puede utilizarse solo o a veces en combinación con otros como la papaverina y la fentolamina, puede inyectarse directamente en el pene. Este método ayuda a dilatar las arterias y producir una erección.
Una de las razones por las que medicamentos como el Viagra pueden no funcionar es una obstrucción significativa del flujo sanguíneo en la arteria del pene. Tratar este tipo de obstrucciones puede ser crucial, ya que pueden indicar problemas cardiovasculares más amplios.
Para quienes todavía estén pensando en tomar pastillas, es esencial tener en cuenta que los inhibidores de la PDE de tipo 5, que aumentan el flujo sanguíneo del pene, son los únicos fármacos orales aprobados por la FDA para el tratamiento de la disfunción eréctil. Para obtener resultados óptimos, deben tomarse una o dos horas antes de iniciar la actividad sexual.
Es fundamental reconocer que algunas causas de disfunción eréctil son actualmente incurables. Los problemas que afectan a los nervios del cuerpo pueden interrumpir la comunicación entre el pene y el cerebro. Afecciones como las lesiones en la médula espinal o el cerebro, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis múltiple o los accidentes cerebrovasculares pueden provocar disfunción eréctil. Aunque todavía no exista cura para estas afecciones, comprender la causa de fondo es esencial para un tratamiento y una gestión adecuados.
Esta gama de tratamientos muestra la multitud de opciones disponibles para los hombres que se enfrentan a la disfunción eréctil. Tanto si se opta por un dispositivo mecánico, un fármaco inyectable u otro método, lo más importante es colaborar estrechamente con los profesionales sanitarios para encontrar el tratamiento más adecuado adaptado a las necesidades individuales.