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Martes, 01 de Noviembre de 2004FUENTE:
«Los órganos internacionales llegan tarde a las guerras»
El docente de la Universidad de Valencia presentó su libro sobre el papel de las ONG ante las violaciones de los derechos humanos en el mundo
«Estados Unidos se basa en la fuerza»
El profesor de Derecho Internacional Público de la Universidad de Valencia, José Manuel Sánchez Patrón (Cádiz, 1970), pasó ayer por la Universidad de Oviedo para presentar su libro 'Las organizaciones internacionales ante las violaciones de los derechos humanos'. Se da la circunstancia de que la monografía fue ultimada precisamente en el departamento correspondiente de la Universidad de Oviedo, que entonces dirigía Paz de Andrés, actual vicerrectora.
-Los derechos humanos apenas si cuentan sesenta años de vida, establecidos tras los horrores de la II guerra mundial...
-Fuera del marco estatal, así es. Hasta la II guerra mundial, los Estados no se preocupaban por los derechos humanos fuera de sus fronteras. La experiencia nefasta de la guerra les hizo recapacitar y marcó un punto de inflexión, llevándolos a la cooperación y a la vigilancia para que se respetaran en cada uno de los estados. Es el nacimiento de organismos como la ONU.
-En su libro, atiende preferentemente al conflicto balcánico que siguió a la descomposición de Yugoslavia...
-Me ocupo de Europa, en general; del problema kurdo, de Chechenia... En el caso de la antigua Yugoslavia, tuve la impresión de que no se había estudiado profundamente la intervención de las organizaciones internacionales ante las violaciones repetidas de los derechos humanos. Que no se habían contestado las preguntas de la calle: ¿Sirven para algo esas organizaciones?, ¿qué hacen?
-¿Sirven?
-Realizan una tarea, pero sus poderes están limitados a las atribuciones que les otorgan los estados. Al fin y al cabo, son el fruto de los países. Cuando los estados las respaldan, resultan operativas y eficientes; pero si se producen interferencias por motivos de carácter político -es el caso, entre otros, de Chechenia-, la respuesta se queda en tímida o testimonial.
-¿No hay una auténtica sopa de letras en los organismos internacionales que median en los conflictos?
-Que, además, entorpece la coordinación. En Yugoslavia, tuvieron presencia la OSCE, el Consejo de Europa, la UE, la OTAN, la ONU... Se acaban solapando y es mucho más el ruido que las nueces. En otro sentido, la prioridad de las organizaciones es el restablecimiento de la paz y las soluciones diplomáticas, antes que la persecución de aquellos que vulneran los derechos humanos. Y un tercer aspecto es que su comparecencia se realiza a posteriori del comienzo de las hostilidades, lo que dificulta evitar las tropelías.
-¿Qué aportan las ONG en ese panorama?
-Cada día más. Son las primeras que ponen el dedo en la llaga con sus denuncias, ejerciendo una presión indispensable, la cual suele manifestarse desde la imparcialidad. Presentan reivindicaciones imprescindibles, que de otro modo es probable que tardaran mucho más en llegar al tapete de las organizaciones internacionales dependientes de los estados y a la propia opinión pública.
-En suma, sesenta años después del final de la II guerra mundial que permitió albergar la esperanza de que los acuerdos internacionales impidieran nuevas conflagraciones, no parece haber motivos para demasiados alborozos...
-Dejamos bastante que desear. Hay pruebas palpables. Los organismos internacionales llegan tarde a las geografías de guerra y no siempre del mejor modo. En el caso de Europa, se demostró su incapacidad durante la guerra de los Balcanes. Y ello a pesar de que se debatió la política exterior posible para la Unión Europea. No hubo oportunidad de encontrar el mejor acuerdo y se perdió una ocasión para intervenir en las propias fronteras. Los acuerdos para la paz se firmaron en suelo norteamericano, concretamente en Dayton...
SEPTEM EDICIONES, S.L.- Inscrita en el Registro Mercantil de Asturias, Tomo 2797, Folio 12, Hoja AS-24332.
Domicilio : Calle Altamirano 1, 1º B 33003-Oviedo (Asturias-España)
CIF: B 33674508
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